El Banco Popular de China (PBoC) ha reducido sus tipos de interés clave de préstamos a niveles históricos en su ajuste de julio, con el objetivo de estimular la recuperación económica del país. El tipo de interés de los préstamos a 1 año (LPR), que sirve como referencia para la mayoría de los préstamos comerciales y personales, se redujo en 10 puntos básicos, situándose en el 3,35%. Asimismo, el tipo de interés a cinco años, utilizado como referencia para hipotecas, también se recortó en 10 puntos básicos, llegando al 3,85%.
Estas decisiones se tomaron tras una medida inesperada del banco central de reducir el tipo inverso del repo a 7 días del 1,8% al 1,7%, siendo este su primer recorte en casi un año. Este movimiento busca optimizar las operaciones de mercado abierto y aumentar el apoyo financiero, en un contexto marcado por los esfuerzos del gobierno chino por estabilizar su economía después de una reunión clave del Partido Comunista y las débiles cifras del PIB del segundo trimestre de 2024.
La reducción de tasas en China puede tener diversas repercusiones en las monedas latinoamericanas:
- Flujos de Capital y Comercio: China es un socio comercial importante para muchos países de América Latina. Una política monetaria más laxa en China podría incrementar la demanda de productos básicos y materias primas, como el cobre y el petróleo, principales exportaciones de países como Chile y Brasil. Esto podría fortalecer las monedas de estos países debido a mayores ingresos por exportaciones.
- Inversión Extranjera: La disminución de las tasas de interés en China puede hacer que los inversores busquen rendimientos más altos en otros mercados emergentes, incluidos los latinoamericanos. Este flujo de capital podría apreciar las monedas locales al aumentar la demanda de activos denominados en esas monedas.
- Sentimiento del Mercado: Las medidas de estímulo en China podrían mejorar el sentimiento general del mercado hacia las economías emergentes. Si los inversores perciben que China está tomando medidas efectivas para sostener su crecimiento, podría aumentar la confianza en otros mercados emergentes, incluidos los latinoamericanos, resultando en una apreciación de sus monedas.
- Inflación y Política Monetaria Local: Si las monedas latinoamericanas se fortalecen debido a la entrada de capitales o mayores ingresos por exportaciones, podría aliviar las presiones inflacionarias en estas economías. Esto, a su vez, podría permitir a los bancos centrales locales mantener o reducir sus propias tasas de interés, estimulando el crecimiento económico interno.