El presidente Donald Trump ofreció un discurso contundente en el Foro Económico Mundial en Davos, abordando temas económicos, energéticos y geopolíticos que rápidamente captaron la atención de los mercados y de los líderes internacionales.
La economía fue el eje central de su intervención. Trump afirmó que el Congreso aprobará el mayor recorte fiscal en la historia de Estados Unidos, prometiendo reducir el impuesto corporativo del 21% al 15% para las empresas que fabriquen sus productos dentro del país. “No habrá mejor lugar para crear empleos y construir fábricas”, aseguró. Además, su mensaje fue claro: los productos fabricados fuera de EE.UU. enfrentarán aranceles, una medida que busca fortalecer la industria local y redirigir la inversión extranjera hacia suelo estadounidense.
El petróleo y las tasas de interés también protagonizaron su discurso. Con la caída de los precios del crudo, Trump enfatizó la necesidad de reducir las tasas de interés de forma inmediata y comentó que conversaría directamente con Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, para lograrlo. De igual manera, reafirmó su compromiso con la eliminación de la deuda nacional, un objetivo que, según él, podría alcanzarse rápidamente.
Otro tema que generó expectativa fue el futuro de las criptomonedas. Trump declaró que Estados Unidos aspira a convertirse en la capital mundial de los activos digitales, una postura respaldada por la reciente creación del Subcomité Bancario del Senado sobre Activos Digitales, presidido por la senadora Cynthia Lummis. Aunque Bitcoin se mantuvo estable inicialmente, la firma de una Orden Ejecutiva para desarrollar un marco regulatorio de criptomonedas impulsó el entusiasmo del mercado. Esta orden también prohíbe a las agencias gubernamentales implementar monedas digitales emitidas por bancos centrales, subrayando el compromiso de Trump con la descentralización financiera.
«Los activos digitales son el futuro, y si Estados Unidos quiere seguir siendo un líder global en innovación financiera, el Congreso necesita aprobar con urgencia una legislación bipartidista que establezca un marco legal integral para los activos digitales y que fortalezca el dólar estadounidense con una reserva estratégica de bitcoin. Me siento honrada de que mis colegas hayan depositado su confianza en mí para presidir este histórico subcomité, y espero con entusiasmo encaminar esta legislación bipartidista al escritorio del presidente Trump este año para asegurar nuestro futuro financiero.» Senadora Cynthia Lummis
En el ámbito internacional, Trump hizo un llamado al diálogo para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. Manifestó su intención de reunirse con Vladimir Putin y destacó el interés de ambas partes en avanzar hacia la desnuclearización y la reducción de armamento. Sin embargo, también fue firme en sus declaraciones sobre la defensa territorial, afirmando que las acciones en la frontera ya han comenzado y que no permitirá que el territorio estadounidense sea violado.
El comercio global fue otro punto de discusión. Trump criticó los aranceles de la Unión Europea, calificándolos como injustos para las empresas estadounidenses, y mencionó que las relaciones con México marchan bien, mientras que las negociaciones con Canadá aún presentan dificultades. En contraste, destacó avances en la relación comercial con China, país al que describió como un socio dispuesto a trabajar en conjunto.
Respecto a la energía, el presidente declaró una emergencia energética nacional, destacando la importancia de explotar las reservas de petróleo y gas de Estados Unidos. “Este oro líquido no sólo reducirá el coste de bienes y servicios, sino que convertirá a Estados Unidos en una superpotencia manufacturera”, afirmó. Asimismo, anunció que pedirá a la OPEP que baje los precios del petróleo y que solicitará al príncipe heredero de Arabia Saudí que aumente la inversión en EE.UU. a 1 billón de dólares.
Por último, en el terreno de la tecnología, Trump enfatizó la necesidad de duplicar la capacidad energética del país para sostener el desarrollo de la inteligencia artificial, un área en la que busca mantener a EE.UU. como líder mundial.