El dólar continúa mostrando fortaleza en los mercados locales, alcanzando su nivel más alto en octubre, un repunte no visto desde la publicación de las nóminas del 2 de agosto. En el panorama internacional, el índice del dólar también avanzó frente a las principales monedas globales, consolidando su posición a pesar de la expectativa de una política monetaria menos agresiva por parte de la Reserva Federal.
A diferencia del escenario de semanas anteriores, donde se hablaba de un control más firme sobre la inflación en Estados Unidos, ahora se percibe un enfoque más cauteloso por parte de la FED. Con 21 días para la próxima reunión, el consenso del mercado apunta a una moderada reducción de las tasas de interés en 25 puntos básicos, dejando atrás las especulaciones de un recorte más agresivo de hasta 50 puntos. Este giro refleja la estrategia de la FED de mantener una observación constante de los datos económicos antes de tomar medidas más significativas.
En este contexto, mientras los rendimientos de los bonos del Tesoro descendieron modestamente en 1-2 puntos básicos a lo largo de toda la curva, el tramo largo sigue mostrando un mejor desempeño. El rendimiento del bono a 10 años cayó al 4,00%, encontrando soporte en este nivel, lo que sugiere una estabilización en los mercados de renta fija.
Curiosamente, a pesar de la fortaleza del dólar, el oro ha alcanzado un nuevo máximo histórico en su precio de cierre, un indicio de que los inversores siguen buscando refugio en este activo en medio de la incertidumbre global.
En cuanto al mercado de criptomonedas, el Bitcoin continúa en alza, superando los 68.000 dólares por primera vez desde julio. Aunque este repunte sigue de cerca las dinámicas del mercado financiero, se anticipa que factores políticos, como una posible victoria de Donald Trump en las próximas elecciones, podrían añadir más volatilidad. Históricamente, una presidencia de Trump ha generado tensiones comerciales, particularmente en la región latina, lo que podría provocar nuevas restricciones comerciales en un intento por fortalecer la economía interna de EE.UU.