El índice de precios mayoristas se mantuvo estable en febrero, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), sin registrar cambios tras un aumento del 0,6% en enero. Los economistas esperaban un incremento del 0,3%, por lo que la estabilidad sorprendió a los mercados. Este índice es clave para medir la inflación, ya que evalúa los precios que los productores reciben por sus bienes antes de llegar al consumidor final.
Tras la publicación del informe, los futuros bursátiles redujeron pérdidas y los rendimientos de bonos del Tesoro se mantuvieron elevados. Este dato refuerza la señal de moderación en la inflación, complementando el aumento del Índice de Precios al Consumidor (CPI) del 0,2% en febrero, que situó la inflación anual en el 2,8%.
El PPI de febrero se mantuvo estable debido a un aumento del 0,3% en los precios de los bienes, impulsado por un aumento del 53,6% en los precios de los huevos debido a la gripe aviar. Sin embargo, los precios de los servicios cayeron un 0,2%, principalmente por reducciones en los márgenes de comercialización de maquinaria y vehículos.
Estos datos mixtos sugieren que la presión inflacionaria podría estar disminuyendo a corto plazo, lo que llega en un momento crucial para la política monetaria de la Fed. Aunque la Fed prefiere usar el índice PCE, estos datos del PPI y CPI son fundamentales para sus decisiones.