Las monedas de América Latina han mostrado avances esta mañana tras la sorprendente renuncia de Joe Biden a la carrera presidencial. Este movimiento ha avivado las esperanzas de que el Partido Demócrata podría fortalecer su posición frente a Donald Trump en las elecciones de noviembre. Las políticas de Trump, especialmente en temas de comercio, seguridad y migración, han sido vistas con cautela por los mercados financieros, y la perspectiva de un nuevo liderazgo demócrata ha traído un respiro de optimismo a la región.
El lunes, los mercados globales operan de manera estable, influenciados por la decisión de Biden de retirarse de la carrera electoral durante el fin de semana. Esta noticia inyectó un aire de optimismo en los mercados financieros. Sin embargo, un recorte sorpresivo de las tasas por parte del banco central de China no logró animar a los mercados asiáticos de manera significativa. En contraste, los futuros de las acciones del S&P 500 ganaron un 0,5%, mientras que los futuros del Nasdaq aumentaron un 0,8%.
El dólar cotizaba estable frente a una cesta de divisas, reflejando una cierta calma en los mercados. Los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos se fortalecieron, empujando los rendimientos de la nota de referencia a 10 años (US10Y) hacia abajo 1,6 puntos básicos a 4,221%.
No obstante, no todas las noticias fueron positivas. El cobre, un importante indicador económico para muchos países de la región, cayó considerablemente, disminuyendo más del 1,40%. Esta caída podría neutralizar parte del efecto positivo anterior, ya que el cobre ha seguido una tendencia descendente durante varios días.
Esta semana, la cita más relevante para los inversores será la publicación el viernes en EE.UU. del índice de precios del consumo personal, el PCE, correspondiente al mes de junio. Este índice es la variable de precios más seguida por la Reserva Federal (Fed) y, por ello, influye en el diseño de sus políticas monetarias.