A medida que se acerca la reunión decisiva de la Reserva Federal, la tensión en los mercados crece y la incertidumbre se hace palpable. Las decisiones que tome el banco central de Estados Unidos en las próximas horas podrían tener repercusiones importantes no solo en la economía estadounidense, sino también en las monedas de la región latinoamericana.
El llamado a la acción de los legisladores no ha tardado en llegar. Tres senadores demócratas, Elizabeth Warren, Sheldon Whitehouse y John Hickenlooper, enviaron una carta directa al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y sus colegas. En ella, urgieron a la Fed a implementar recortes de tasas más agresivos desde el principio. Según los senadores, reducir la tasa de referencia en hasta 75 puntos básicos podría mitigar los posibles riesgos para el mercado laboral y prevenir una desaceleración económica más severa.
Pero no solo el Congreso está dividido. Dentro de la propia Reserva Federal, las opiniones también están enfrentadas. La dualidad entre una inflación persistente y el creciente temor a una desaceleración económica ha generado incertidumbre en los mercados y ha dejado al Comité sin un consenso claro sobre la magnitud del recorte necesario. En momentos de crisis, como la Gran Recesión o la pandemia de Covid-19, la Fed ha adoptado medidas más suaves para estabilizar la economía. Sin embargo, también ha habido ocasiones en las que recortó menos de lo que el mercado esperaba, como ocurrió en septiembre de 2019.
Con la reunión a solo dos días de distancia, el mercado se mantiene dividido. Según las proyecciones del CME, los futuros de tasas de interés reflejan una probabilidad del 61% de un recorte de 50 puntos básicos, mientras que un recorte más moderado de 25 puntos básicos tiene un 39% de probabilidad. Las recientes declaraciones de algunos miembros del Comité, en lugar de proporcionar claridad, han sembrado más dudas, con comentarios que a menudo parecen contradictorios.
A pesar de las divisiones, algo parece estar claro: lo que ocurra con las monedas de la región dependerá más del desempeño de la economía estadounidense que de los recortes de tasas que la Fed decida implementar. La evolución económica general de EE.UU. sigue siendo el principal motor detrás de las fluctuaciones en las divisas latinoamericanas.
Mientras tanto, en el mercado de bonos, los operadores vuelven a considerar que es más probable un recorte de medio punto que uno de un cuarto de punto en la próxima reunión de la Reserva Federal. Este movimiento refleja la creciente preocupación por los posibles efectos de una desaceleración económica más amplia. La rentabilidad del bono a 10 años de Estados Unidos muestra una caída del 0,022%, situándose en 3,625%.