El sol peruano cerró junio con una apreciación histórica, consolidando su posición como una de las monedas emergentes más sólidas del trimestre. Según datos del BCRP, el tipo de cambio interbancario se movió este lunes 30 entre S/ 3.5340 y S/ 3.5500, con un promedio de S/ 3.5383, por debajo del promedio del viernes (S/ 3.5399). La cotización oficial cerró en S/ 3.5440, acumulando una apreciación de -5,77 % en lo que va del año y de -7,80 % en los últimos 12 meses, niveles que no se observaban desde 2021. Esta caída del dólar frente al sol, en un rango que osciló entre S/ 3.53 y S/ 3.56 durante junio, se dio en un entorno de alta estabilidad cambiaria y bajo intervencionismo del BCRP, lo que refuerza la credibilidad del marco macroeconómico peruano.
El desempeño del sol se dio en paralelo a un contexto internacional favorable para monedas emergentes. En Estados Unidos, los mercados aumentaron sus apuestas a que la Reserva Federal recortará las tasas tres veces en 2025, con una probabilidad de 49,1 % para un tercer recorte en diciembre. Esto presionó a la baja al dólar global, mientras el bono del Tesoro a 10 años cayó a 4,25 %. Comentarios del presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, reforzaron esta visión al señalar que la Fed puede “esperar antes de actuar” y que sigue previendo un recorte este año y tres más el próximo. A esto se suman las declaraciones del secretario del Tesoro, Bessent, quien criticó duramente la gestión de la Fed y anticipó posibles cambios en su liderazgo, lo que añade incertidumbre monetaria futura en EE. UU.
Hoy, el entorno comercial y geopolítico también influyó en los flujos de capital. La Casa Blanca, a través del asesor Kevin Hassett, anunció avances en las negociaciones con Canadá y Japón, pero también advirtió que los países que adopten impuestos digitales enfrentarán represalias. La Unión Europea, por su parte, aceptó el arancel del 10 % propuesto por Trump, pero busca excepciones en sectores estratégicos como medicamentos, semiconductores y acero. Estos movimientos, aunque elevan el ruido global, han desviado parte del capital hacia mercados con fundamentos más estables, como el Perú.
En Europa, los datos económicos siguen decepcionando. La oficina de estadística alemana informó una caída inesperada de 1,6 % en las ventas minoristas de mayo, tras una caída del 0,6 % en abril, debilitando las perspectivas de crecimiento para el segundo trimestre en la principal economía de la región. Esto ha restado atractivo al euro y, en consecuencia, ha reforzado la posición relativa de monedas emergentes como el sol.
En los mercados financieros, el índice S&P 500 superó los 6.000 puntos y se mantuvo en ese nivel, marcando un nuevo máximo histórico. La mesa de operaciones de JP Morgan señaló que el sentimiento es decididamente alcista y que, si los datos macroeconómicos se mantienen “suficientemente buenos” y la inflación contenida, los mercados podrían ver una serie de nuevos máximos históricos. Las materias primas, en tanto, mostraron un comportamiento mixto: el oro subió +0,45 %, el gas natural cayó -7,52 % y el cobre retrocedió -1,02 %, reflejando flujos hacia activos refugio.