En su presentación de hoy, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, adoptó un tono prudente pero ligeramente optimista respecto al rumbo de la economía estadounidense. Señaló que las recientes lecturas de inflación han sido favorables —tres meses consecutivos de datos positivos—, lo que permite a la Fed “esperar y aprender más antes de ajustar” su política monetaria.
No obstante, Powell advirtió que el aumento de aranceles probablemente impulsará los precios, aunque su impacto podría tardar en trasladarse a los consumidores. También indicó que la inflación esperada para los próximos meses es considerable, en parte por los nuevos aranceles.
A pesar de ello, señaló que la mayoría de las medidas de inflación a largo plazo siguen alineadas con el objetivo del 2 %, aunque reconoció que las previsiones actuales sugieren una presión inflacionaria mayor que la proyectada en septiembre de 2024.
En cuanto al mercado laboral, Powell reconoció señales de enfriamiento, pero descartó motivos de preocupación inmediata. Recalcó que mientras se mantenga esta combinación de moderación en la inflación y solidez en el empleo, “lo correcto es mantener las tasas de interés”.
Finalmente, subrayó que la Fed debe actuar con humildad frente a la incertidumbre económica y que las decisiones sobre futuros recortes dependerán estrictamente de los datos.