HOY, el conflicto en Oriente Medio continúa acaparando la atención de los inversores globales, tras conocerse que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó de forma abrupta la reunión del G7 celebrada en Alberta (Canadá), argumentando su preocupación por la escalada de tensiones en la región. Esta salida le impidió participar en discusiones clave sobre comercio y seguridad global, lo que ha añadido incertidumbre adicional a los mercados financieros.
Trump también ha lanzado una advertencia sobre la necesidad de evacuar Teherán, lo que sugiere un posible ataque inminente por parte de Israel sobre la capital iraní. Esta retórica ha elevado el nivel de alarma geopolítica, impulsando movimientos de aversión al riesgo en los principales mercados.
Como reflejo de esta tensión, los futuros de los principales índices de Wall Street y de las bolsas europeas operan esta madrugada en terreno negativo, anticipando una sesión con pérdidas, en línea con una rotación defensiva por parte de los inversores.
Impacto en divisas:
En el mercado de divisas, se observa una apreciación del dólar estadounidense, impulsada por su papel tradicional como activo refugio en tiempos de incertidumbre. El yen japonés y el franco suizo también muestran fortalecimiento frente a la mayoría de monedas del G10, mientras que divisas más sensibles al riesgo como el euro, la libra esterlina y los dólares de economías emergentes retroceden. El sol peruano, al igual que otras monedas latinoamericanas, podría enfrentar presiones bajistas si el conflicto se intensifica, especialmente si el petróleo continúa al alza.
Asimismo, el precio del petróleo vuelve a ser una variable clave para medir la evolución del conflicto. Su cotización sirve de termómetro para los inversores, dado que una interrupción en los suministros desde Medio Oriente podría afectar tanto la inflación global como las expectativas de crecimiento, condicionando la dirección de las bolsas y las divisas.